Ámsterdam, pueblo bicicletero

«En Ámsterdam hay más bicicletas que personas», me dice Huub, un espigado taxista de 43 años, mientras me dirijo a la Estación Central de esta ciudad holandesa. «En mi casa tenemos siete».

«En Ámsterdam hay más bicicletas que personas», me dice Huub, un espigado taxista de 43 años, mientras me dirijo a la Estación Central de esta ciudad holandesa. «En mi casa tenemos siete».

Además de ser famosa por sus canales, por el Red Light District (zona de tolerancia, donde las prostitutas se exhiben en vitrinas decoradas con luces de neón) y por sus (donde el hachís y la mariguana figuran en el menú), Ámsterdam es una ciudad de gente que anda en bicicleta y, por lo mismo, de gente saludable y relajada. O al menos es la impresión que me llevo: la de una ciudad de gente amable y, muy a su modo, equilibrada.

Miles de personas circulan a diario en bicicleta en esta urbe de 900 mil habitantes. Ya sea en los carriles especiales para ciclistas que conforman una red que conecta a buena parte de la ciudad, o por las calles y hasta en las mismas banquetas, los ciclistas y las bicicletas son una presencia constante que no entra en conflicto con el tráfico de los automóviles o del tranvía.

En Ámsterdam y en el resto de Holanda hay bicicletas por todas partes. Las hay finas, claro, al último grito de la moda, pero los modelos que predominan por las calles son sencillos y austeros. En un tienda de segunda mano se puede comprar una por 120 euros, y los turistas pueden rentarlas por módicas sumas.

Entre los ciclistas holandeses, hay quien decora su bicicleta al gusto personal (me he encontrado muchas con arreglos florales), pero más que eso, cada quien adapta su bicicleta según las propias necesidades. Si se trata de una mujer con un hijo pequeño, pues entonces le acondiciona un pequeño asiento sobre el manubrio o sobre la parrilla, en la parte de atrás. Si tiene dos pequeños, pues entonces le pone una pequeña carretilla delantera y así los niños gozan de un emocionante paseo. Mucha gente va al supermercado y regresa con su mandado distribuido entre la canastilla delantera y los compartimientos laterales de sus ligeros vehículos. También es común encontrar a ciclistas que salen a pasear a sus mascotas pequeñas, y éstas van sentadas en la parte delantera o de plano aferradas al manubrio. Así me tocó ver a un perico. Hay también algunos ancianos que conservan el gusto de circular en dos ruedas.

Por supuesto, se han construido estacionamientos públicos de bicicletas, con capacidad para miles de éstas. Las tarifas son muy accesibles, contrario a las de los estacionamientos para autos.

«Los cerebros viajan en bicicleta», reza un anuncio de una tienda en el centro. Seguro que es así, pero además de honrar a la materia gris que se supone todos llevamos dentro, el hábito de pedalear a diario permite estar en buena forma física (en muchos casos sin perder un ápice en elegancia o de sensualidad). Eso, aunado a la belleza multirracial holandesa y al sol tan apreciado en estas gélidas tierras ganadas al mar, no sólo permite la contemplación de un estimulante espectáculo callejero, sino que altera de manera significativa y para bien la convivencia entre la gente.

No es lo mismo salir de casa, montar una bicicleta y dar un paseo al aire libre para ir a la oficina o a un café, que salir de casa, encerrarse en un automóvil y soportar un embotellamiento, como los que ya tenemos a diario en todas las ciudades grandes de México (y en muchas de las medianas y pequeñas).

Ahora bien, ¿qué hay sobre los choques y otros accidentes de ciclistas con peatones y choferes de automotores? «No ocurren con frecuencia», sotiene Huub, «pues nosotros también somos ciclistas y sabemos cómo debemos de manejar». Además, explica, si un auto choca contra un ciclista, ante la ley el chofer del vehículo motorizado lleva las de perder, no importa si el ciclista viene pasado de copas o hasta un poco fumado. Entonces la mayoría de los automovilistas conduce con precaución, respetando los cruces, pasos cebra y semáforos. En Holanda no hay minibuseros que temer.

Más fotos interesantes sobre Amsterdam en:
http://www.ski-epic.com/amsterdam_bicycles/

Vía: El Informador.com.mx
Por Gerardo Lammers, 13/06/08